El nefrólogo del Hospital Central habló en Sama sobre las técnicas de trasplantes.
Langreo, J. A. VEGA
El salón de actos de la Casa de Cultura de Sama se llenó el pasado viernes para escuchar a Francisco Ortega, nefrólogo del Hospital Central de Asturias en un acto organizado por la Asociación Cauce del Nalón en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. El nefrólogo estuvo acompañado en la presentación por Rogelio García, presidente de la Asociación de Trasplantados del Principado; Ana María San Miguel, concejala de Servicios Sociales de Langreo; y Francisco García, vicepresidente de Cauce.

La charla de Francisco Ortega se convirtió en una dinámica y entretenida lección de más una hora en la que hizo un repaso a los diferentes tipos de tratamiento realizados con enfermedades renales, desde la diálisis hasta el trasplante. La mayoría de tratamientos se hacen a través de la diálisis hospitalaria, sólo un siete por ciento la realizan en casa, por lo que es necesario que esta cifra aumente hasta llegar al treinta por ciento.
Sobre los trasplantes, Ortega hizo una diferenciación entre fallecidos, vivos y cruzados. Los primeros son los más habituales, pero los vivos están comenzando a subir. Sobre todo se dan en enfermos jóvenes para los que es difícil conseguir órganos. «Las personas mayores de sesenta años consiguen un trasplante en menos de un año, pero lo jóvenes tardan más». Para comentar esta dificultad utilizó cifras de accidente de tráfico, manera de conseguir órganos. Como las muertes por accidente han bajado de 6.000 a 2.000 ahora las donaciones de gente joven ha descendido. Por eso se utilizan los trasplantes vivos con donación de algún familiar del enfermo. Los trasplantes cruzados están emergiendo entre varias parejas, que al ser incompatibles entre sí, intercambian la donación con otra pareja que se encuentra en la misma situación.
Reflexionando sobre la importancia de la solidaridad a la hora de realizar trasplantes, Ortega dijo que el número óptimo sería de cuarenta donaciones por cada millón de habitantes: «Es un número pequeño porque sólo sirven los riñones de donantes que fallecen en hospitales o ambulancias medicalizadas». España está al frente de estas donaciones con 34, cifra muy superior a la media europea y norteamericana que no pasa de 23. Y dentro de España, Asturias y el País Vasco se encuentran al frente, por lo que «nuestra región está a la cabeza de los trasplantes de riñón en Europa». El ponente comentó que sólo un 20 por ciento de las familias se niega a donar los riñones de sus fallecidos y en el caso de Asturias «no se niega nadie porque cuando se apela a la solidaridad la gente responde».
[Copyright La Nueva España, 16-11-09.] Foto Fernando Geijo.