El escritor mierense presentó en El Entrego su nueva obra, A la sombra de los abedules, editada por Trea.
El Entrego, J. A. VEGA
Temores, dramas, tragedias, realidades y esperanzas se convirtieron en protagonistas, en la Casa de Cultura de El Entrego, con motivo de la presentación del libro «A la sombra de los abedules», escrito por Fulgencio Argüelles. El acto estuvo organizado por la Asociación Cultural Cauce del Nalón y la Biblioteca Pública de El Entrego, en colaboración con el Club La Nueva España en las Cuencas. El escritor fue presentado por Julio Arbesú y Severino Antuña.
Por la izquierda, Julio Arbesú, Fulgencio Argüelles y Carlos Vara, de Trea. [Foto: J. R. Silveira.] |
«Es una novela llena de entretenimiento, formación e información». Fueron las palabras que utilizó el autor mierense para definir su novela, ambientada en la época de Alfonso III el Magno, a finales del siglo IX y comienzos del siglo X. Argüelles confesó que siempre comienza a escribir con cuatro palabras y en esta ocasión «la novela es una mezcla de silencio, paisaje, infancia y memoria».
El escritor comenzó la novela porque quería hablar de la fusión de las creencias antiguas con la nueva religión, el cristianismo que llega avasallando y termina amalgamando supersticiones y festejos, como una efectiva forma de apropiación para acabar con el paganismo. Sobre esos elementos nace «A la sombra de los abedules», que termina siendo una narración de personajes, con historias de amor y guerra en un tiempo oscuro de fusiones y con una dosis de inconsciente colectivo que siempre interesa al autor.
En cuanto a los personajes, Melendo es un joven protagonista que vive una lucha interior que lo irá enfrentando a su madurez personal. No es casualidad que sea un joven, porque en la obra literaria de Argüelles hay más ejemplos como en «Los clamores de la tierra» o «El palacio azul de los ingenieros belgas». Comentó que en esta ocasión había ahondado en el abandono de la infancia y el reconocimiento de una serie de valores que van haciendo suyos, por el conocimiento del mundo y de un amor «porque el mayor descubrimiento es el amor».
El paisaje, en un entorno inspirado en el valle de Cuna y Cenera, se convierte en otro de los protagonistas de la historia que el escritor siente muy cercano porque «es el paisaje que vivo y conozco y por eso hago sentir a los personajes lo mismo que siento ahora». Y es que la novela a pesar de desarrollarse en esa época busca respuestas a las grandes preguntas de la filosofía sobre el amor, el deseo o la libertad, Fulgencio Argüelles comentó que se lo pasa bien escribiendo y por eso siente necesidad de escribir, «se me ocurre una historia y la cuento».
[Copyright diario La Nueva España, 13-6-2011.]