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domingo, 23 de septiembre de 2012

Ramoneda: «El Estado está descentralizado en el gasto, pero no en las decisiones políticas»


Langreo, J. A. VEGA

Indiferencia, indignación, silencio y miedo son cuatro palabras que se pueden incluir en un diccionario para describir la situación actual. El salón de actos de la Casa de la Buelga de Ciaño se llenó el pasado viernes con motivo de la presentación del ensayo «Contra la indiferencia» del escritor, periodista y filósofo Josep Ramoneda. El acto, organizado por la asociación Cauce del Nalón y la Universidad de Oviedo en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas, fue presentado por Aladino Fernández y Francisco Villar que coincidieron en señalar que «es uno de los intelectuales españoles más comprometidos y críticos con la actualidad».


«Contra la indiferencia» da título a un conjunto de reflexiones heterogéneas, no demasiado extensas, sobre temáticas variadas y actuales sobre las que Ramoneda habló en Ciaño. El escritor hizo un repaso al estado del mundo, adelantando que actualmente padecemos el feroz totalitarismo del la indiferencia. Este fue el tema que centró la primera parte de su intervención, destacando que el crecimiento de la indiferencia de la sociedad está influido por la pérdida de calidad de las clases políticas y democráticas y la falsedad de las ideas de un falso progreso comunitario. Esa situación se extiende alarmantemente y «la cultura de la indiferencia hace estragos en Europa y está cristalizando una verdadera cultura del miedo, debidamente alimentada desde el poder político».



En la segunda parte, mucho más extensa, reflexionó sobre la situación social y política que vive España y Europa. España es uno de los lugares críticos porque sufre una crisis como estructura política nacional, una crisis constitucional (Corona, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional), una falta de cultura democrática, y una crisis económica del modelo levantado sobre el sector de la construcción que llegó a suponer el 19% del PIB cuando en Europa es el 8%.



Refiriéndose a la tradición y cultura democrática, Ramoneda comentó que es algo novedoso en nuestro país frente a la situación de Inglaterra o Estados Unidos. El PSOE consolidó la democracia en España incorporando a todas las clases en el estado de bienestar, consiguiendo que aumentara la clase media «que es la que luego termina echándole del gobierno». Pero los gobiernos no crearon una cultura democrática, de ahí su bajo nivel.



Otro de los elementos sobre los que habló fue el estado de las autonomías «muy descentralizado en el gasto y muy poco en las decisiones políticas». Para el ponente, «las autonomías tienen un aspecto postmoderno del eterno caciquismo del país, con un sistema muy cerrado y clientelar». Dedicó unos minutos a hablar de la actualidad en torno a Cataluña, indicando que «ya no estamos en el pujolismo» porque el único proyecto político que llega a la gente es el de la independencia.



En su particular diccionario de actualidad dedicó la letra «S» al silencio y lo centró en la Iglesia Católica. «Es escandaloso su silencio absoluto sobre los recortes sociales que está haciendo el gobierno», afirmó Ramoneda, que se preguntó en voz alta si la indignación sirve para solucionar algo, afirmando que por sí sola no sirve nada, pero puede ser el primer paso para hacer políticas. Y puso como ejemplo las movilizaciones por los derechos civiles en Estados Unidos que finalizaron con la eliminación de la segregación de la población negra del país. La indignación no resuelve las cosas si no encuentra transformación política, por eso «el 15 M no la encontró, pero sí las primaveras árabes».


Información extraída del periódico La Nueva España, 23-9-2012. Ver fotos de este evento, tomadas por Juan Luis Díaz Marrón, aquí.