J. A. Vega
Wikipedia dice que es poeta, narrador y ensayista inglés, la profesora Araceli Iravedra menciona que es «alto, delgado y solitario», y el poeta Ricardo Labra destaca su permanente imagen de alegría. Diferentes descripciones del poeta Roger Wolfe que se acercó a la Casa de Cultura de La Felguera para realizar un repaso a su obra poética y la lectura de varios poemas. El acto estuvo organizado por la asociación Cauce del Nalón en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.
El poeta Ricardo Labra abrió el acto rescatando una carta que Roger Wolfe le escribió en el año 1987, justo en el momento de la edición de su primer libro «17 poemas». Labra comentó que en esa carta ya aparecen las claves de toda su producción literaria, como las referencias a Dylan Thomas, y recordó el tiempo que compartieron en Asturias hasta 1991 en el que Wolfe desarrollaba una frenética actividad «siempre con la palabra y la cita oportuna para abrir preguntas inusitadas cono se da en sus poemas».
La profesora universitaria Araceli Iravedra propuso al poeta iniciar un diálogo y empezó preguntándole su opinión sobre la etiqueta de «realismo sucio» con la que ha sido etiquetado por la crítica. Roger Wolfe indicó que era un invento de los críticos para definir un tipo de escritura que ellos veían como «sucia, marginal, escatológica e incendiaria». Él prefiere definir su obra como «literatura manchada por la vida, cotidiana y de andar por casa» y reivindicó que hace literatura pura y dura porque: «Escribo de mi vida y de la vida tal y como la veo».
Todos sus poemas cuentan algo, por eso «los escribo cuando tengo algo que decir». El poeta confesó al público asistente al acto que sigue siendo el mismo que hace 25 años, sin apenas cambios, ya que «no concibo la vida como una sucesión de etapas, sino como un todo».
La profesora Iravedra le preguntó por qué escribía también relatos, prosa breve o ensayo-ficción. Wolfe señaló que «mi vida es la literatura y es un todo» por eso expresa una idea a través de diferentes vehículos e indicó que «los poemas vienen» pero otros son más complicados y tiene que contarlos como relatos. Por eso él mismo ha denominado su trabajo como «escritura total» que lo funde todo. También habría querido componer música o hacer cine, pero eligió la escritura «porque era la opción más barata en los años ochenta».
Preguntado por su próximo libro, adelantó que será una colección de poemas bajo el titulo «Gran esperanza, un tiempo», frase recuperada de una entrevista que le hicieron hace años. Unos poemas que se parecen a los publicados en «Afuera canta un mirlo», libro editado en el año 2009, el que más gusta al autor y del que se siente más satisfecho.
Roger Wolfe terminó con la lectura de varios de sus poemas como «Phoenix Asturias 1988», «Tempus fugit», «Febrero» y «El extranjero» y «Chica del anuncio» de poeta Alberto Vega, al que rindió homenaje.
[Copyright diario La Nueva España. Lunes, 21 de enero de 2013.]
[Copyright diario La Nueva España. Lunes, 21 de enero de 2013.]