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lunes, 17 de octubre de 2011

Un economista comprometido

Las valiosas aportaciones del catedrático Emilio Ontiveros, que hoy pronunciará una charla en La Felguera.


TOMÁS FERNÁNDEZ ANTUÑA
ABOGADO

Entre los ciudadanos de este país, y casi me atrevería a decir que de Europa, existe la percepción de que la economía es el piso de abajo del edificio político, y que cuando ésta se hunde arrastra en su caída a la construcción entera. Por eso percibe que la política ha perdido su raíz más social para pasar a ser en la actualidad rehén de unos intereses económicos a los que debe responder toda su estructura. Convencido como estoy de tal percepción, abogo rotundamente porque la política recupere ese terreno perdido frente a los mercados, pues sólo de esa forma podremos evitar, en un futuro, volver a caer en un error del que aún nos costará mucho salir. 

Obviamente en este, como en otros muchos terrenos, uno corre el riesgo de equivocarse, si bien tal riesgo merece la pena ser asumido cuando de aportar ideas y soluciones se trata. Y una persona que siempre ha contribuido al aporte no ya sólo de ideas, sino también de soluciones en materia económica ha sido Emilio Ontiveros Baeza, catedrático de economía de la empresa y uno de los más prestigiosos expertos internacionales en análisis económico, y al que tendré el honor de presentar hoy a las 20.00 horas en la Casa de la Cultura de la Felguera donde dará una conferencia titulada «Situación económica y política de Europa y posibilidades de recuperación», todo ello en el marco de un acto organizado por Cauce del Nalón en colaboración con el Club de Prensa de este periódico. 

Es cierto que tras el estallido de la actual crisis han surgido desde distintos sectores sociales voces críticas hacia el colectivo de los economistas a fin de reprocharles que no hayan sabido advertir a tiempo el gran tsunami económico que nos venía encima; o dicho de otro modo, su aparente sapiencia para el diagnóstico y su más absoluta ignorancia para el pronóstico. 

Tal crítica no puede extenderse a Emilio Ontiveros, pues basta repasar sus opiniones de hace seis años, cuando en plena época de bonanza económica ya advertía que en nuestro país se crecía a buen ritmo pero no en la dirección adecuada, por cuanto que nuestro crecimiento económico venía cimentado en un sector productivo como la construcción, lo que suponía un grave peligro a corto plazo. 

Expresar opiniones de tal naturaleza en una época en la que los datos estadísticos decían que la economía española presentaba un vivo ritmo de crecimiento, o cuando la OCDE pronosticaba que el producto interior bruto conservaría dicho vigor sin previsión de merma a corto plazo, eran tildadas de alarmistas y un tanto conservadoras por aquellos sectores económicos más neoliberales; los mismos, en definitiva, que han construido el marco ideológico en el que se ha desarrollado el modelo actual cuyas consecuencias negativas hoy padecemos. 

Didáctico en su exposición y buen comunicador como pocos especialistas en un terreno tan confuso y árido como es el económico, Emilio Ontiveros únicamente se detiene a diagnosticar el momento económico como premisa necesaria para pronosticar lo que, a su juicio, deben ser las actuaciones que desde el ámbito político deberían afrontarse para, no ya sólo intentar salir de la actual crisis sino también para evitar que repitamos los errores que nos han arrastrado hasta nuestra actual situación. Y esa labor de superar el diagnóstico para adentrarnos en el pronóstico siempre es de agradecer, pues dicha labor siempre resultan tan arriesgada como comprometida.

[Diario La Nueva España, 17-10-2011.]